Es una manera de viajar en auge, en la que Galicia es puntera. Sin embargo, y pese al tirón, aún existen muchas dudas y quejas sobre el sector. Al ser a la vez vehículo y alojamiento, las autocaravanas tradicionalmente se han visto sometidas a leyes diferentes -de acampada o circulación-, según la comunidad autónoma, provincia o localidad. Una variedad de normativas que ha derivado en confusión, a pesar de que desde el 2015 el nuevo Reglamento de Circulación unificó criterios e impidió discriminar el estacionamiento de autocaravanas.
La creciente abundancia durante el verano de este tipo de vehículos-vivienda en ciertas zonas costeras gallegas ha derivado, además, en denuncias de bañistas que protestan por el espacio que ocupan las autocaravanas en los aparcamientos, un estacionamiento, sin embargo, permitido siempre que se cumplan ciertas normas.
Esto es lo que se puede y no se puede hacer: