Hace unos meses, disfrutamos de unas minivaciones por el Pais vasco.
Aprovechamos para visitar a unos amigos y conocer estas tierras. Aunque el
tiempo no nos acompaño, disfrutamos mucho, no hay nada como estar de vacaciones
y salir en furgo.
1º Dia:
Los amigos nos hicieron de guias. Primera parada será el
Puerto Viejo de Algorta que es como retroceder en el tiempo. Además de
pescadores, los habitantes del Puerto Viejo de Algorta, eran conocidos por ser
expertos lemanes o pilotos que guiaban a los barcos para franquear la barra de
arena que se formaba en la entrada de la ría, adentrándolos en la ría del
Nervión. Y también por otra labor más altruista, la de salvamento en los
numerosos naufragios ocurridos en el puerto.
Hoy en día, en este enclave pintoresco, el Puerto
Viejo, con sus calles estrechas y empinadas, el visitante puede degustar las delicias
de la gastronomía local, especializada en pescados y mariscos.
Forma parte del
Conjunto Monumental con la categoría de Bien Cultural Calificado por el
Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.
Recorrimos las
callejuelas y paramos a tomar unos pintxos, mientras en la calle no paraba de
llover. Puerto Viejo un rincón con encanto y muy buen conservado.
El de fosforito...un servidor. |
Seguimos ruta hasta Bermeo.
Puerto pesquero muy bonito, pena que el tiempo no acompaño en todo el rato que
estuvimos en él. Callejeamos, y vimos un pequeño mercado medieval. Comimos en
un mesón del puerto. Teníamos intención de visitar La Ermita de San
Juan de Gaztelugatxe a unos kilómetros en dirección a Bakio, pero la niebla
de mar nos iba a impedir ver nada, así que lo dejamos para la siguiente vez.
Apunte: Bermeo es uno de los pueblos pesqueros
más importantes de la costa vizcaína. Su atractivo radica en su patrimonio
histórico, sus tradiciones, sus edificios y las estrechas calles que
caracterizan la parte más antigua del pueblo.
Rodeado por montañas verdes y a la orillas del mar, este pueblo típicamente
vasco destaca por su belleza y su tradición. Gracias a las montañas, en la
costa se forman altísimos.
A pesar de sufrir diversos incendios muy importantes durante la edad media y
de tener que luchar contra la creciente influencia y afluencia del cercano
Bilbao, Bermeo logró mantener su estatus y llegó a tener la flota pesquera más
importante de toda España en el siglo XVII y el pueblo prosperó. De hecho, hoy
en día sigue siendo uno de los pueblos pesqueros más importantes de toda la Península.
Después de comer, a 5
km. de Bermeo está el famoso Cabo Matxitxako, una
formación rocosa de extraordinaria belleza con un faro al final. La Ría de Gernica sirve para
suavizar el aspecto del paisaje y su estuario forma zonas bajas de playas.
Rumbo a
Mundaka, pero hicimos la visita
desde la furgoneta. Llovía a cantaros, y solo pensar en sacar la silla del peque y
prepararnos para mojarnos, nos dio demasiada pereza. Unas cuantas fotos desde
la furgoneta y a descansar….
Fin del primer día.