Sumérgete en la historia: Explorando el Caserío-Museo Igartubeiti en Ezkio


El Caserío-Museo Igartubeiti en Ezkio, ha sido otros de esos lugares que más nos ha gustado en nuestro viaje en furgoneta por la comarca de Goierri en el  interior de Gipuzkoa. No nos cansaremos de decirlo pero toda esta ruta ha sido gracias a Nagore y Arkaitz del blog EH Furgo que nos llevaron por sitios maravillosos que posiblemente, por nuestra cuenta no hubiéramos dado con ellos.


En una visita guiada de una hora y media nos enseñan cómo evolucionó el caserío ampliándolo y transformándolo con el fin de adaptarse a las nuevas formas de vida y trabajo. Esta transformación apenas afectó a la estructura original y sí nos permite apreciar en la actualidad los diferentes modos constructivos de cada época y los cambios en el uso de sus espacios.


Empezamos el recorrido por la planta baja donde se localizan la cocina, la cuadra con la bodega y los dormitorios.


LA COCINA: encontramos el fuego central para la elaboración de los alimentos. 


A continuación de la cocina nos encontramos con el único dormitorio que existía por aquella época. Con la ampliación se dotará con 3 habitaciones quedando en desuso el primero.


En la cuadra se encuentran los aperos y utensilios relacionados con las actividades agropecuarias y la elaboración y conservación de la sidra.



Ya en la parte alta, en el desván, es el lugar destinado al almacenaje de alimentos y a la producción de sidra. 




En el centro se encuentra el elemento fundamental del caserío, el lagar. Aunque el lagar sólo se utilizaba una vez al año para elaborar sidra, constituye el elemento que marca las características del caserío



Algo que nos ha llamado la atención es ver en la puerta de muchas casas esta flor que se llama Eguzkilore



Cuenta la leyenda que la diosa Tierra les dijo a los hombres:

«Crearé para vosotros una flor tan hermosa que al verla los seres de la noche creerán que es el propio sol»

Entonces los hombres decidieron poner la flor del sol, Eguzkilore, en las entradas de sus casas, y ocurría que cuando un maligno genio llegaba a la puerta debía pararse para contar cada una de las hojillas o pelos de la flor. Y así, contando contando, llegaba el amanecer y debía marcharse.

Hoy en día, y más allá de la leyenda, la flor Eguzkilore está en peligro de extinción y si vemos alguna en el monte lo mejor será limitarnos a fotografiarla.

Donde mejor está Eguzkilore 
es en el monte



TARIFAS ----> AQUÍ

CÓMO LLEGAR:






Un lugar digno de visitar por sus valores culturales, históricos, antropológicos, arquitectónicos y simbólicos.

EH Furgo + Viaxando en furgo

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